Reto aceptado
05/11/2022 | Dunn Edwards |
Reto aceptado
Aprenda a mantener las pilas cargadas y a rodar durante la temporada alta
Reconozcámoslo, cuando uno dirige su propio negocio de pintura, puede resultar difícil establecer límites. Si alguna vez ha pasado por un periodo de inactividad, puede que se sienta irresponsable rechazando trabajos o nuevos clientes, incluso después de que el trabajo haya repuntado y esté demasiado ocupado para aceptar más. Esto puede provocar mucho estrés y sobrecargarte hasta el punto de que no se cumplan los plazos y la calidad se resienta. Pero no tiene por qué limitarse a sonreír y aguantarse; eche un vistazo a estos consejos para superar la temporada alta y salir airoso.
CONSEJO 1: ALIGERE LA CARGA
Cuando estás ocupado, delegar puede parecer demasiado trabajo. Al fin y al cabo, tienes que explicar a otra persona lo que necesitas, y eso lleva tiempo. Pero hay un límite a lo que un ser humano puede conseguir, por muy rápido que te muevas. Pruebe a dar a los empleados de confianza un poco más de responsabilidad y espacio para tomar decisiones, un pequeño paso cada vez. A medida que demuestren que pueden hacerlo, asegúrate de reconocer sus esfuerzos y dales gradualmente más responsabilidades. Así no tendrá que dedicar tanto tiempo a explicar las cosas desde el principio y reducirá el riesgo de poner su confianza en las manos equivocadas.
Durante la incorporación de nuevos trabajos, Dunn-Edwards puede ayudar a los clientes con consejos sobre color y brillo para que usted pueda dedicar tiempo a otros aspectos de su negocio. Pueden programar una consulta de color gratuita en la tienda o inscribirse en una consulta de color virtual o a domicilio con un asesor de color profesional por un módico precio. Más información sobre todas las opciones en nuestra página Consulta de color.
CONSEJO 2: PRIORIZAR EL BIENESTAR
Los profesionales de la pintura no suelen pensar en el bienestar. Puede parecer un tema delicado o asociar el autocuidado con la debilidad o la autoindulgencia. De hecho, es todo lo contrario. Si no te tomas tiempo para cuidarte y recargar las pilas, acabarás quedándote sin energía física y emocional y, sin darte cuenta, plantearás más exigencias (a menudo irrazonables) a los demás. Otra forma de verlo es como las instrucciones de seguridad que dan en los aviones: primero debes asegurarte tu propia máscara de oxígeno antes de ayudar a los demás. Eso es porque no podrás ayudar a nadie más en su supervivencia si no consigues la tuya propia.
Por poco tiempo que tengas, dedica tiempo a cuidarte física y mentalmente. Piensa en lo que te hace sentir bien de forma saludable. Puede ser pasar algún tiempo a la semana con la familia y los amigos, cenar sentado o simplemente tomarte un día libre una vez a la semana para dormir y relajarte sin preocupaciones.
También puede dar prioridad al bienestar mediante algunas acciones sencillas en el trabajo, como incluir más fruta y verdura en el almuerzo, beber más agua a lo largo del día y dar un paseo de 15 minutos al aire libre durante el descanso. Todas estas acciones te ayudarán a sentirte mejor y a rendir más en el trabajo. Y asegúrate de dormir lo suficiente cada noche: puede ayudarte a lidiar mejor con el estrés y es esencial para la seguridad. Aunque no se te ocurriría presentarte en el lugar de trabajo en estado de embriaguez, así es exactamente como funciona el cerebro cuando duerme poco, según un investigador.
Para obtener más consejos de bienestar que puede utilizar para cuidar de sí mismo y de su equipo, consulte las 9 mejores maneras para que los trabajadores de la construcción cuiden de sus cuerpos y mentes del Centro Nacional de Educación e Investigación de la Construcción.
CONSEJO 3: SIÉNTASE CÓMODO DICIENDO QUE NO
Decir que no es más cómodo para unos que para otros. A muchos nos enseñan que decir que no es de mala educación y, después de todo, ¿no tiene siempre razón el cliente? ¿No deberíamos decirles siempre que sí? Aunque este consejo no es un llamamiento a la mala educación, sí es un suave empujón para que examines tus propios límites.
¿Alguna vez has dicho que sí a cosas que no querías hacer? ¿O se da cuenta de que dice que sí a demasiadas cosas, creando una situación imposible en la que alguien se sentirá decepcionado más tarde? ¿Todos tus "síes" provocan un exceso de estrés y resentimiento? Si es así, tiene que acostumbrarse a la palabra "no". Al fin y al cabo, decir no genera confianza en los demás, ya que se dan cuenta de que serás sincero con ellos aunque la respuesta no sea la que quieren oír. En otras palabras, decir "no" no tiene por qué ser una forma de quemar puentes, puedes utilizarlo para construir relaciones más sólidas con clientes y empleados.
Si decir que no te produce ansiedad, prueba a aplicar la regla del sándwich. Cuando tengas que dar malas noticias o decir que no y arriesgarte a decepcionar a alguien, ponlo entre dos buenas frases. Por ejemplo, la próxima vez que tengas que rechazar un trabajo, prueba a decirlo así: Me parece un proyecto estupendo (bueno). Sin embargo, ahora mismo estoy ocupado (malo), pero tendré tiempo para empezar [fecha realista más adelante] o puedo remitirte a otra persona que puede ayudarte de inmediato (bueno).
La temporada alta puede traer consigo muchos retos, pero con un poco de esfuerzo consciente, puedes asegurarte de que los retos saquen lo mejor de ti. Aprovecha esta oportunidad para convertirte en un mejor gestor, establecer límites más saludables y equilibrar las prioridades para tener una vida más plena.